No cabe duda, puedes esforzarte demasiado e invertir muchísimo en mercadotecnia y publicidad, pero si tus clientes no hablan bien de ti, nunca tendrás el impacto que esperas. A pesar de las innovaciones en los medios de comunicación por su capacidad para llegar a miles de personas, la publicidad de boca en boca sigue siendo la más efectiva. Además, ese tipo de comunicación ayudará a generar una imagen positiva sobre tu empresa.
¿Cómo puedes fomentar que tus clientes hablen bien de ti?
En primer lugar, cumple todas las expectativas que prometes en todos los sitios en donde haya información de tu empresa: sitio web, redes sociales, documentos impresos, anuncios en lugares físicos, etcétera y, además, intenta siempre superar esa satisfacción con tu valor agregado. Así será más probable que se conviertan en tus clientes a largo plazo.
Por supuesto, la parte fundamental para el trato con tus clientes son tus colaboradores, especialmente el equipo de ventas. Debido a eso, asegúrate de que están los suficientemente empoderados para que tomen la iniciativa y por sí mismos busquen la forma de lograr clientes de por vida. No lo vas a lograr si tu equipo está en malas condiciones laborales, por eso es tan importante comenzar desde el interior de la empresa para tener buenos resultados al exterior, con el público.
Una de las formas más eficientes de mantener a tus clientes frecuentes es premiarlos. Por ejemplo, puedes ofrecerles promociones especiales, avisos exclusivos o prioridad en cobros, para que ahorren tiempo. Toma en cuenta que la parte más cara de tener clientes fieles es conseguir que les agrades desde la primera vez; el mantenimiento de esa relación positiva requiere de menos recursos, horas y energía, pero tampoco lo debes descuidar.
Ahora bien, si la empresa se queda estática, las necesidades de los consumidores, al no ser las mismas, tendrán que emigrar hacia otras organizaciones que los satisfagan. Para evitar eso, asegúrate de que siempre haya una actualización de los datos sobre lo que quieren tus clientes; de forma que siempre sepas qué modificaciones hacen falta o qué perfeccionar para afianzar más la relación.
No suena tan complicado, ¿verdad? Sin embargo, es un trabajo que requiere de planeación exhaustiva, con pensamiento estratégico. Un acompañamiento experto en estos temas podrá guiarte para que tengas pasos más firmes y en la dirección correcta hacia la búsqueda del crecimiento de tu empresa.
